domingo, 8 de junio de 2014

PRIMER DÍA

Un poco de nervios en la tripa, pocas horas de sueño y un reto por delante con 1000 ganas de conseguir y superar. 2 meses en Londres, experiencias nuevas, un idioma por delante y buscar un empleo para poder ahorrar, esas son las metas.
Llegamos Bea y yo a las 5:00 a Barajas, primer reto del viaje, meter un equipaje de mano en 2 bolsos para no tener que facturar, no se como ni por qué, porque eso era imposible, pero lo hicimos.
Viaje corto, a las 7am lo mejor que se puede hacer es dormir y abrir el ojo en Londres. Salimos del aeropuerto y todo iba bien, hacía hasta buen tiempo, la decepción llegó cuando vimos nuestra casa... Cocina enorme, bañera blanca para estirarte y una habitación pequeña pero bonita era lo prometido. La realidad fue una cocina enana, un baño con un lavabo de 20 cm de ancho y una habitación donde para vestirnos una de nosotras se tenía que quedar en la cama.
En un principio  nos decepcionamos un poco, nos sentimos tontas, engañadas e ingenuas, pero conocimos a Flor y a Maurico y creo que sus sonrisas nos hicieron desbloquearnos, miramos la cocina y vimos que tenía un horno y una lavadora nueva; que el baño tenía una ventana y que la habitación tiene unos estampados horrorosos, pero acogedores. Así que hicimos lavado de conciencia y nos fuimos a ver el barrio y donde están las ofertillas para la comida (yo y mi racanería). Teskos, Lidl... será por supermercados...
Deshicimos las maletas, conocimos al resto de compañeros (de la casa de arriba): Pau (chilena, pero toda su vida en España), Washinton(colombiano, es muu apañao), Fernando (Un padre malagueño muy tierno y trabajador), Flor(argentina, mujer de Mauricio, con una sonrisa constante y unas ganas enormes de ayudarnos SIEMPRE)  Mauricio(uruguallo, unos ojos azules que quitan el sentíiiiio y una simpatía que la verdad que se agrade) y otro español rarito que no me se ni su nombre... la verdad es que la mezcla es bastante buena, sobre todo porque desde el primer momento se respiró compañerismo, respeto y confianza.
Tocó deshacer la maletas y la verdad es que las metimos bastante bien en nuestra "caja de zapatos" así llamamos todos a nuestra casa.
Salimos rumbo a una meta nueva: TENER UN NÚMERO DE TELÉFONO INGLÉS... era una prueba bastante grande... ya que estamos en un pueblecito llamado Tooting Broadway y aquí nadie habla español.. así que fuimos a una tienda que se llama "Three" y conseguimos una tarjetita la cual debíamos activar. ¿Nuestra sorpresa? que el contestador de "Three" habla más rápido que un F1 y no entendíamos NADA, así que nos apuntamos en tareas que hacer al día siguiente, volver a la tienda y decir que eramos tan cazurras, que necesitábamos que ellos hablaran con la maquinita.
Ese día nos hicimos un triste sandwich y nos fuimos a dormir en nuestro adorable colchón de muelles.
Yo la verdad es que estaba muy contenta e ilusionada. No había tenido vergüenza hablando inglés y me veía desenvuelta y solucionando problemas, pero quería echar curriculums YA.

No hay comentarios:

Publicar un comentario